Si hay un camino que todos compartimos es el de encontrar la felicidad de nuestros actos, todos buscamos ser felices y llenar nuestro espíritu con aquella labor a la que hemos brindado todo nuestra dedicación y pasión; pero muchas veces ocurre que es la presión externa, la ansiedad que provoca la velocidad de la vida y las constantes molestias sociales las que nos obligan a escoger y a conformarnos con la posibilidades que nos brinda el momento y el lugar en que nos encontramos. Un buen ejemplo de ello son las mujeres que tuvieron que recurrir al matrimonio para poder salir de sus hogares y escapar de la figura parental hecha para enclaustrar, pues entre ser una soltera amargada por la sangre de tus padres, era mejor idea formar familia (aún cuando esta no haya sido la preferencia de algunas de ellas) y escapar de la jaula. Por otro lado, en pleno siglo XXI podemos encontrar ejemplos más latentes, como lo es el momento de escoger nuestras carreras o caminos profesionales ¿quién en su sano juicio podría escoger y no arrepentirse de aquella decisión tomada con 18 años recién cumplidos? Me imagino que ese sujeto que coincidió con múltiples factores que se alienaron para la bella formación de su vida.
Así es como este pequeño conflicto universal y anacrónico nos lo presentará Mann de una manera mucho más elevada y elocuente. La historia se ubica en un sanatorio de tuberculosos en el que llega toda persona débil; aquí darán al corto tiempo de espera para su marcha -es decir, la marcha final- un instante de aire puro; este es uno de los elementos que podemos presenciar en la obra, como los personajes aún en sus momentos más críticos encuentran la vitalidad en ese lugar. La dinámica -constante- es la presentación de una triádica a partir de los personajes, es muy probable que un buen lector de este alemán se haya encontrado anteriormente con este juego de roles, cada uno es el significante de algo o alguien; y a su vez puede ser entendida como una metáfora sobre la vida ¿el arte, el deseo o la vida real? Son elementos que debemos hacer coordinar.
Esta novela nos brinda la dicha de cuestionar nuestra postura frente a nuestra vida, nos invita a reflexionar sobre aquello que estamos haciendo en este momento y por sobre todo a contarnos a nosotros mismos quiénes somos no para el resto sino para nuestro espíritu. Invito a cada uno a leer esta corto y bellísimo libro, es momento de despertar nuestro ser interior y comenzar a decidir realmente por lo que queremos y dejar de lado nuestros más profundos miedos.